11 agosto 2014

*no

reducir a
escombros
las palabras
carne y hueso.
Quemar la fuerza de
gravedad de las   olivas.
Contener la lágrima de un grifo
seco. Amurallar las emociones como
quien separa los calcetines de las bragas
en un cajón. O pretenderlo. Pánico en la frontera,
no es bienvenida en Tel-Aviv. Iros a cagar. Cuerpos
mutilados, llantos desgarrados a la hora de la comida antena3
hamás ¿Qué? Abrir los libros con bombas, qué se yo… No vengo
aquí a decir nada que todo el mundo    (ese ente)    no haya dicho ya.
Yo solo vengo a decir que no veo a Dios en lo alto de esta  escalera, *




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