12 enero 2014

Ánimos divididos

'La calle, da la cara, responde'. Pancarta que queda suspendida en una farola después de los incidentes.
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Sábado 11 de enero
Hoy la mañana amanecía con niebla y en 'la zona cero', así se ha quedado en llamar a la zona de la calle Vitoria en la que ya han empezado las obras, parecía que ayer no había pasado nada. Las vallas volvían a estar en su sitio, el BBVA había recompuesto su escaparate con una lona azul, en la calle no había basura. Todo en orden.

Pero por la tarde volvíamos a la calle. A las 17.00 se había convocado un taller de pancartas, que ha tenido bastante acogida, a la vista de los resultados. Y a las 19.00 se había convocado una asamblea en 'La Orensana', en el cruce de la calle Vitoria con San Bruno. Con la presencia de, calculo, unas 500 personas. Se informa que se han creado grupos de trabajo para desarrollar distintas tareas, como informar y animar a los vecinos de la calle Vitoria a poner pancartas en sus balcones y organizar acciones no violentas, de cuyo desarrollo se responsabilizarán otros grupos de acción. Y también se convocan dos asambleas diarias en el mismo sitio, a las 12.00 y a las 19.00, para seguir organizándonos.


A partir de ahí, megáfono abierto. Algunas personas haciendo hincapié en la necesidad de comportarnos cívicamente, exponiendo que 'las actitudes violentas no nos benefician a nadie' y diciendo que 'esta no es una lucha de un día'. Fuera del megáfono, la gente diciendo que 'los violentos son ellos' y coreando 'policía asesina'. Al megáfono se decía que 'hay que entender a los chavales, que no tienen futuro y se expresan como pueden' y de fondo: 'sí, estamos hartos'. También se ha recordado que esto 'no es un circo mediático' y que el objetivo era parar el proyecto del Bulevar. A ese respecto, un chaval cogía el megáfono y decía que no hiciéramos caso de esa gente que intenta disuadirnos de salir a la calle porque la obra ya estaba empezada, que él era albañil y bien sabía que 'igual que se abre un agujero, se puede tapar'.

Y así, cantando 'ese agujero lo vamos a tapar' nos dirigimos hacia la Comisaría a exigir la liberación de los 17 detenidos en los incidentes del viernes noche. Vamos, según lo acordado, por la calle Santiago coreando 'Detenidos, libertad', 'Gamonal no quiere Bulevar' y 'Esto nos pasa por un gobierno facha', entre otros clásicos, silbato en boca, cacerola en mano. Dejo pasar a toda la manifestación y me parece que hay más gente que antes.

Allí nos reciben unos 20 agentes de frente y tres lecheras al costado de la comisaría. Más allá del recibimiento a base de empujones de uno de los agentes a los chavales que estaban detrás de la pancarta de cabecera, todo ocurre con normalidad. Gamonal a lo suyo, pidiendo la libertad de las personas detenidas y coreando en contra de la policía y los agentes en su papel, quietos, custodiando la comisaría.

Al cabo de unos veinte minutos, un hombre toma el megáfono y nos anima a volver a 'La Orensana' todos juntos, para después, irnos a casa todos. Nos felicita por lo bien que lo hemos hecho y recuerda lo importante que es hacer así las cosas, desde la no violencia. También apela a la solidaridad con los detenidos a los que, dice, les tenemos que brindar apoyo económico y judicial. Todas las personas que estamos ahí aplaudimos y nos vamos de vuelta al barrio. Voy adelante y, cuando echo la vista atrás, me parece que somos más de 1.000 personas.

Al llegar a la 'zona cero' por la parte de la Floristería Castilla, sin dudarlo, se tumban todas las vallas de la obra y seguimos el camino desandando por la calle Santiago hasta llegar a 'La Orensana'. Allí, mientras unas personas cuelgan las pancartas en las vallas, otras las derriban. Se vuelca basura a 'la zona cero' y se tiran también los separadores de obra. El mismo hombre de antes, pasado un rato nos anima a disolver la manifestación, pero sólo las personas maduras se van. A las 21.15 miro alrededor y sólo quedamos las jóvenes.

A partir de ahí, seguimos un rato con los ánimos divididos. Unos que montan barricadas en la calle Vitoria mirando a la Real y Antigua y en la calle Alfonso XII y otros que las desmontan. Unos que tiran basura a la calle y unas chicas que la recogen. Y así. Y hasta entonces, desde que hemos vuelto de comisaría no hemos visto a ningún policía. A ninguno. Como decía la pancarta de cabecera: 'la calle es nuestra'.

Sin saber muy bien que hacer, la masa se mueve hacia la Real y Antigua de Gamonal. Se grita otro clásico: 'Televisión, manipulación'. Y es que en el camino aparece la furgoneta de Televisión Española, que tiene que irse quemando rueda huyendo de la gente que se le echa encima. En el telediario de la 1 se dijo que la noche del viernes se habían quemado 300 contenedores. A pie de calle, dudábamos si habría tantos en toda la ciudad...

A partir de las 22.30 si quedaba alguien allí con ánimo pacifista se calló, porque ese es el momento en que se empiezan a quemar contenedores de basura, se vuelca el contenedor de vidrio y se destroza, otra vez, la sucursal de La Caja del Círculo y la del BBVA. A alguno le falla la puntería y el cristal del portal contiguo termina roto también. No mola.

A las 22.40 por fin se ven las luces azules al otro lado de la 'zona cero'. La gente se alborota, pero en escena sólo aparece un escuadrón de 6 policías disparando salvas. Les llueven piedras que, ya con el asfalto levantado en la zona, son numerosas y de distintos tamaños. Por el otro lado aparece una lechera y un camión de bomberos. La lechera avanza y se sitúa, supongo que sin pensar mucho, delante de una de las franjas de la carretera que ya ha sido levantada. Salen 3 agentes. Intentan avanzar y no les da tiempo a componerse cuando los chavales, pegaditos a la franja de piedras, a pocos metros, solo escogen a placer el tamaño de las piedras y se las lanzan. Es tal la cantidad de impactos que reciben que se ven obligados a meterse en la lechera de vuelta y salir pitando.

A todas luces, el dispositivo policial enviado es insuficiente. La calle, llena de chavales encendidos y vecinos y vecinas que les increpan, también desde las ventanas, se les queda grande. Y más cuando la gente empieza a correr por las calles aledañas, donde se siguen tumbando y quemando contenedores, llegando, hasta donde yo he visto, a la calle San Pablo.

Y entre medias un sin fin de escenas bizarras, muy de estilo gamonalero: un grupo de personas llamando fascista a una mujer y animándola a no fumar porros (¿?), personas calentándose las manos en el fuego, otros en modo guerrilla y otros en modo 'comiendo pipas' en la puerta del portal, no vaya a ser... La policía que detiene a un chaval, 'que yo no he hecho nada' y le sueltan, a otro que le van a identificar, venga, al final no, un vecino que llama 'Pimpín, que eres un pimpín' a un chaval, otros que van gritando '¡perros!' Viene de frente otro grupo de antidisturbios y la gente corre hasta doblar la esquina. 'Esto parece un juego.' - dice una chica - 'Y siempre ganamos'.

Ojalá que así sea, que ganemos, la voluntad popular se respete y se 'tape el agujero'.

La pena es que haya que llegar a estos extremos para conseguirlo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

os mando animo desde fuera del estado español!!!!
Con esos ineptos de polìticos que teneìs, os lo teneìs que currar bien para echarlos. Como burgalesa que soy, me siento muy muy muy orgullosa de vodotr@s!!!!