13 septiembre 2013

Economía sostenible

Ella dijo:
        — Soy tuya. 
Él dio un paso atrás:
        — ¡Pero no! Tú tienes que ser libre. 
Ella dijo:
        — Soy tuya,
        y por eso soy libre. 
Él dijo:
        — No es posible. 
Ella dijo:
        — Desde luego,
        no entiendes absolutamente nada.
        Escucha que soy tuya
        como si lo dijesen
        el viento, el mar o las enredaderas. 
Él abrió mucho los ojos. 
Ella dijo:
        — Se llama bien común,
        y se define
        porque tenerlo tú
        ni lo aleja del resto
        ni podría
        volverlo más pequeño.

De “Los idiomas comunes”
Laura Casielles (2010, Hiperión).

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